Motivos más habituales de traslados de hogar
Casa más grande por ampliación de familia
La llegada de un nuevo miembro o más a la familia es una de las principales razones para buscar un lugar más espacioso para vivir y embarcarte en una mudanza completa.
El vástago (o los que vengan), no solo no trae un pan debajo del brazo, sino que además necesitará un dormitorio, salón de juegos o una localización más extensa para hacer travesuras, permitiendo que la pareja mantenga su intimidad.
Vivir más cerca del trabajo
¿Llegar a tu trabajo cada día te exige coger el coche y tragarte un atasco monumental, o simplemente te apetecería caminar o desplazarte en bici para reactivarte antes de empezar?
¿Has calculado cuando vida extra tienes si vivieses al lado de tu trabajo?
Cambiarte de casa por ahorrar tiempo de desplazamientos está plenamente justificado. Es tiempo que ganas para tu entorno, tus causas o tu familia y, en definitiva, es ganar calidad de vida.
Mejorar de barrio
Tu barrio de toda la vida puede que se te haya quedado pequeño o te apetece asentarte en una zona más nueva con mejores servicios.
También podría ocurrir que vives en una zona conflictiva o insegura que ya no te proporciona una sensación de comodidad.
Si tu economía te lo permite, moverte de hogar es incrementar tu sensación de seguridad o consolidar una aspiración personal.
Casa más adaptada a tu nueva mascota
Te han regalado una nueva mascota, cuadrúpeda o acuática, canina o felina. El nuevo inquilino necesita espacio y aunque solo sea una gran pecera, no vale meterla en cualquier sitio.
Además, si es un perrito, necesita zonas verdes de esparcimiento cercanas.
Es una buena excusa para trasladar tus enseres a un rincón más amplio y amigable con tu nuevo compañero de vida.
República independiente de tu casa
Vives con tus padres, con compañeros de casa o has roto tu relación con la que cohabitabas y ansías un sofá para ti solo.
En cualquier caso, si te independizas de tu modo de vida anterior, necesitas casa propia.
Otra de las razones más habituales de traslado de inmueble.
Casa más pequeña por abandono de nido
La descendencia crece y emigra del hogar familiar y te encuentras, sobre todo si ésta era numerosa, con un casoplón que no eres capaz ni de limpiar.
¿Solución? Mudarte a un apartamento “cuqui” que cubra tus necesidades en este momento, funcional y fácil de mantener.
Y cuando vengan de visita, ¡ya se apañarán!
Vecinos insufribles
Cuando se tiene la desdicha de contar con vecinos ruidosos, juerguistas, chismosos, conflictivos o que, simplemente, te hacen la vida imposible por mucho que has intentado llevarte bien, no queda otro remedio que “huir” elegantemente.
En estos casos, un traslado de domicilio a una vecindad más pacífica y respetuosa y, a poder ser, con menor “roce social” suele ser “mano de santo”.
Mala convivencia familiar
Si tu caso es que convives con la familia extensa (abuelos, padres, hermanos en plan “totum revolutum”) es probable que, aunque haya afecto, una convivencia tan intensa no siempre es idílica y , a veces, esté sembrada de tiranteces y algún que otro enfrentamiento.
Siempre que sea posible, es recomendable, por higiene mental un cambio de aires, aunque sea por temporadas para recobrar músculo anímico.
Además, siendo tantos, seguro que te echan una mano con la mudanza.
Cambio de empleo o condiciones económicas
Has cambiado de empleo y te tienes que trasladar a otra localidad, Comunidad Autónoma o incluso país, con lo cual no te queda otra que transportar tus enseres a tu nuevo hogar.
En ocasiones el cambio de trabajo puede ser positivo, con lo cual te cambias a una vivienda mejor que en la que ya vivías.
O también puede ser para peor, porque has tenido que optar por un empleo peor remunerado y has tenido que adaptarte a un hogar más económico que te puedas costear con tus nuevas condiciones.
Sea como sea, cambios en el bolsillo, a menudo traen aparejados cambios en el lar.
No te llevas bien con el casero o finaliza el contrato de alquiler
Con cierta frecuencia, la relación inquilino-arrendador no está exenta de polémicas: por arreglos a realizar, impagos, cambio de condiciones o relación adversa con vecinos.
En otras ocasiones, el contrato de arrendamiento expira y las puede que las condiciones empeoren o, sencillamente, estimas que pagar un alquiler es como tirar tu dinero por un sumidero.
Buen momento para un traslado de muebles a nuevo hogar.
Sea como sea las razones que te mueven a trasladarte, es importante que lo planifiques todo muy bien y con antelación para minimizar, en la medida de lo posible, la ansiedad y agobio que te produce una mudanza.
Si tienes en cuenta todos los escenarios, lo convertirás en una experiencia grata y un motivador cambio de vida.